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En cuanto al concepto en sí, la probabilidad y el azar
siempre ha
estado en la mente
del ser humano. Por ejemplo: Sumerios y Asirios utilizaban un
hueso extraído del talón de animales como
ovejas, ciervos o caballos,
denominado astrágalo o talus, que tallaban para
que pudieran caer en
cuatro posiciones distintas, por lo que son considerados como los
precursores de los dados.
En el caso de la civilización egipcia, algunas pinturas encontradas en las
tumbas de los faraones
muestran tanto astrágalos como tableros para
el registro de los
resultados.
Por su parte, los juegos con dados se practicaron
ininterrumpidamente desde los
tiempos del Imperio Romano hasta el Renacimiento, aunque no se conoce
apenas las reglas con las
que jugaban. Uno de estos juegos, denominado "hazard", palabra que
en inglés y francés
significa riesgo o peligro, fue
introducido en Europa con la Tercera Cruzada. Las raíces etimológicas del término provienen de la palabra árabe "al-azar", que significa "dado". Posteriormente, en el "Purgatorio" de Dante el término aparece ya como
"azar".
En la actualidad, ruletas, máquinas tragaperras,
loterías, quinielas,..., nos
indican que dicha fascinación del hombre
por el juego, continúa.
La historia
de la probabilidad comienza
en el siglo XVII cuando Pierre Fermat y Blaise Pascal tratan de resolver algunos problemas relacionados con los juegos de azar. Aunque algunos marcan sus inicios cuando Cardano (jugador donde los
haya) escribió sobre
1520 El Libro de los Juegos de Azar (aunque no fué publicado hasta
más de un siglo
después, sobre 1660)
no es hasta
dicha fecha que comienza
a elaborarse una teoría
aceptable sobre los
juegos.
Christian Huygens conoció la correspondencia entre Blaise Pascal y Pierre Fermat suscitada por el caballero De Méré, se planteó el debate de determinar la probabilidad de ganar
una partida, y publicó (en 1657) el
primer libro sobre probabilidad: De Ratiociniis in Ludo
Aleae, (Calculating in Games of Chance), un
tratado sobre juegos de azar.
Se aceptaba como intuitivo el concepto de equiprobabilidad, se
admitía que la probabilidad de conseguir un acontecimiento
fuese igual al cociente del número de aciertos, dividido entre
el número de juegos.
Durante el siglo
XVIII, debido muy particularmente a la
popularidad de los
juegos de azar,
el cálculo de probabilidades tuvo
un notable desarrollo sobre
la base de la
anterior definición de probabilidad. Destacan en 1713 el teorema de Bernoulli y la distribución binomial, y en 1738 el primer caso particular estudiado por De Moivre , del teorema central del límite.
En 1809 Gauss inició el estudio de la teoría de errores y en 1810 Laplace, que había
considerado anteriormente el tema,
completó el desarrollo de esta teoría. En 1812
Pierre Laplace publicó Théorie analytique des probabilités en
el que expone un análisis matemático sobre los
juegos de azar.
A mediados del
siglo XIX, un
fraile agustino austríaco, Gregor Mendel, inició el estudio
de la herencia, la genética,
con sus interesantes experimentos sobre el cruce de plantas
de diferentes características. Su obra, La matemática de la Herencia,
fue una de las
primeras aplicaciones importantes de la teoría de probabilidad a las ciencias naturales
Desde los orígenes la principal dificultad para poder
considerar la probabilidad como una rama de la matemática
fue la elaboración de una teoría
suficientemente precisa como
para que fuese aceptada como
una forma de matemática. A principios del siglo XX el matemático ruso Andrei Kolmogorov la definió de forma axiomática y estableció las bases
para la moderna teoría de la probabilidad que en
la actualidad es parte de una teoría más amplia como es la
teoría de la medida
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